“LA VACA QUE RIU”: CONCIENCIAR SOBRE LA TORTURA CON LAS HERRAMIENTAS DEL CLOWN

“LA VACA QUE RIU”: CONCIENCIAR SOBRE LA TORTURA CON LAS HERRAMIENTAS DEL CLOWN

La obra, galardonada con el Premio de las Artes Escénicas Valencianas al mejor espectáculo de danza, es una creación de Patrícia Pardo y se representará el próximo fin de semana en La Mutant

Pocos artistas pueden presumir de una trayectoria tan rica y variopinta como la de Patrícia Pardo. La creadora de Alaquàs se ha ganado a pulso la consideración de referente del clown –disciplina que ha desarrollado a lo largo de sus 21 años de carrera, y que, en cierto modo, vertebra toda su obra-, aunque ello no le ha impedido tocar todos los palos que le permite la profesión: de la dramaturgia a la poesía, pasando por la docencia o los guiones para televisión. Al frente de la compañía que lleva su nombre ha actuado en catorce países de tres continentes, y ha patentado un tipo de espectáculo donde el humor esconde siempre un mensaje, una reflexión acerca de algo que no tiene nada de gracioso. Primero, se gana la confianza de los espectadores con una sucesión de números circenses abocados a la carcajada. Después, casi sin que se den cuenta, presenta ante ellos la parte más ruin de la sociedad: corrupción, desigualdades sociales, violencia o egocentrismo desfilan ante la mirada de quien pasa de la risa a la implicación emocional como si fuera lo más normal del mundo.

Este es precisamente el planteamiento que define La vaca que riu, el montaje que Pardo representará sobre las tablas de La Mutant los próximos 7 y 8 de noviembre (20:30 y 19 horas, respectivamente) y que el pasado lunes fue reconocido con el Premio de las Artes Escénicas Valencianas como mejor espectáculo de circo. La primera parte reproduce una persecución clásica de payasos circenses, llena de slapsticks y equilibrios, donde los que acechan aparecen caracterizados como miembros de los cuerpos de seguridad del Estado, y a los que huyen se les representa como faranduleros. En la segunda, la pieza plantea un estudio sin contemplaciones sobre la tortura en todas sus formas, a través de sobrecogedores datos y diferentes testimonios, pero sin abandonar completamente unos ejercicios de circo que se vuelven mucho más lentos y delicados. Mientras, la intérprete de signos Seni Zuzuarregui, perfectamente integrada en la puesta en escena, permite con su labor que la obra resulta accesible también a la comunidad sorda.

“La vaca que riu se adentra en la capacidad torturadora del ser humano, concentrada y potenciada en posiciones de poder o de control, al tiempo que la contrapone a la capacidad de cuidar”, señala al respecto su responsable. “Es la capacidad destructiva frente a la capacidad creativa, contraponer el humor del teatro y del circo con guantazos de realidad que sitúan al espectador frente a un espejo”.

LA MUTANT, ESPAI D’ARTS VIVES…

C/ Juan Verdeguer, 16-24

VALENCIA

VT