Lagartija Nick rinde Homenaje a la Generación del 27 en el TEM con un directo que combina música y audiovisuales

Lagartija Nick rinde Homenaje a la Generación del 27 en el TEM con un directo que combina música y audiovisuales

La formación de rock granadina desplegará sobre el escenario una instalación de proyectores de 8 mm.

En la música de Lagartija Nick, la poesía determina su estilo y su personalidad. Si bien la influencia de la cultura pop es determinante, en su camino no han hecho más que darse de bruces con Lorca, con Buñuel o con Val del Omar. El vendaval de ideas de esa generación de principios del siglo XX impulsa el concepto que rige la trayectoria de la formación granadina, que no es otra que perseguir esa trascendencia cultural, donde no solo tratan de llegar más lejos sino más hondo. El grupo liderado por Antonio Arias celebra esa época este próximo 10 de febrero en el TEM de la mano de los autores citados, pero también rinde tributo al cine de principios del siglo pasado, no solo a creadores de la época, sino también al mundo del cine, al arte de capturar la luz y convertirla en narración.

En su concierto Homenaje a la generación del 27 van a combinar la música con una pantalla central en la que se proyectarán contenidos originales editados especialmente para cada momento del directo, con una instalación de proyectores de 8 mm distribuidos sobre el escenario. El objetivo es que no haya más fuentes de luz: todo emanará de estos antiguos aparatos con sus tintineantes texturas lumínicas.

Este aparente caos se convertirá en discurso mediante un sistema de obturadores controlados desde una consola de iluminación para poder seleccionar en cada momento qué aparatos proyectan y cuáles de ellos permanecen en oscuro. El control de los obturadores les permitirá convertir los proyectores en espartanos aparatos de iluminación convencional al servicio de las dinámicas del concierto.

Un proyeccionista transitará por el espacio escénico del Teatre El Musical a cargo de los proyectores, arrancando o parando aparatos y cambiando las bobinas cuando se hayan acabado. Forma parte de la pieza, del homenaje al oficio.

“Desde el TEM seguimos afianzando la apuesta por la poesía en todas sus posibilidades para poder acercarla al gran público. Es un verdadero placer acoger un montaje escénico tan especial como el homenaje a la generación del 27 que plantea la banda granadina Lagartija Nick”, ha declarado el director artístico del teatro del Cabanyal-Canyamelar, Juanma Artigot.

Tres décadas tan brillantes como temerarias

La trayectoria de Lagartija Nick puede definirse en esencia con aquel aforismo de Val del Omar: «El que ama, arde. Y el que arde, vuela a la velocidad de la luz». La banda de Antonio Arias ha desarrollado una carrera tan brillante como temeraria. Se han suicidado varias veces. Y siempre cuando les iba bien. Han abrazado los extremos con pasión. Han pisado el acelerador contra el muro para elevarse con el impacto.

Arias dice que su universidad fue 091, donde ocupaba la plaza de bajista en los ochenta. Eric Jiménez ensayaba en el local de al lado. Ambos solían juntarse para tocar temas de Siouxsie & The Banshees. Esto ocurría en 1987: hace más de 30 años.

En 1991, la formación, completada con los guitarristas Juan Codorniú y M.A.R. Pareja, planta las bases de su lenguaje en Hipnosis, uno de los discos de debut más excitantes del rock español. Tensión electrificada. Descargas de punk-rock artie, visionario y anfetamínico. Atmósferas futuristas.

En 1992 lanzan Incercia, obra cumbre de los granadinos, ya con un sonido poderoso y un ramillete de clásicos inmediatos. Su sónica se oscurece en Su (1995). Persiguen a Enrique Morente por las calles del Sacromonte y el Albaicín. El resultado del encuentro trasciende al cantaor flamenco y a los rockeros: Omega (1996). La persecución del alma de Lorca guía el camino, todos van donde creen encontrar la música que el poeta escribió con tinta invisible en sus poemas. En aquel disco las rupturas musicales son constantes, Morente y Lagartija Nick desarrollaron una especie de cubismo andaluz.

Cuando todo el mundo está pendiente de Lagartija Nick, la banda se transforma, huye de la zona de confort y sale por la tangente con un álbum kamikaze: Val del Omar (1998). Arias, muy dado a entregarse a sus maestros hasta las últimas consecuencias, descubre en el inventor, pionero tecnológico, cineasta y poeta José Val del Omar a su padre artístico. Y aplica a la música de Lagartija planteamientos rompedores: la diafonía, la mecánica mística.

En su penúltimo trabajo, Los cielos cabizbajos, la poesía de Jesús Arias hace que el grupo cambie radicalmente de registro y de posición sonora para arrojarse al desnudo dolor de las guerras. Ahora, con la inminente edición de El perro andaluz, un disco dedicado al genial cineasta Luis Buñuel, la forma más coherente de arropar con música sus películas es cantar sus poemas, no son muy conocidos y contienen ese universo onírico que tanto le marcó.

Teatre El Musical

Dirección: Plaza del Rosario, 3, Valencia

Teléfono: 960 80 01 40

 

VT