El Festival de Teatro Clásico de Peñíscola cierra su XXII edición con un balance muy positivo

El Festival de Teatro Clásico de Peñíscola cierra su XXII edición con un balance muy positivo

La XXII edición del Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola, organizado por el departamento de Cultura de la Diputació de Castelló, ha llegado a su final después de diez representaciones que han tenido lugar entre los días 5 y 27 de julio. Una edición desarrollada en el Patio de Armas del Castillo, la Plaza del Faro y las calles del casco viejo y que ha dejado una sensación altamente satisfactoria, tanto por la calidad de la programación elaborada por el equipo que dirige el director del evento, Carles Benlliure, por el numeroso público asistente y por la presencia de autoridades políticas de todo signo.

Ni los problemas logísticos provocados por la lluvia y el viento deslucieron la jornada final, del sábado 27 de julio, de esta XXII edición. Una jornada con representación doble. En primer lugar, a las 20:00, se puso en marcha ‘El peregrino y el Papa’, una coproducción de Teatro de los Navegantes y el Festival de Teatro Clásico de Peñíscola en la que el director Jesús Pescador mostró a un músico y un narrador que fueron dando fe por las calles de lo que habían visto en sus viajes por Europa en busca de los santos lugares. Un espectáculo que comenzó en la plaza del Faro, congregando un numeroso grupo de espectadores que siguió todo el recorrido. Recién llegados de Occitania. Los dos personajes encontraron en Peñíscola el marco ideal para obsequiar al público con sus romances, al tiempo que les llamó la atención el Castillo y el Festival de Teatro Clásico que en él se celebraba, creando una maravilloso ambiente con toda la comitiva que les acompañaba.

Por la noche se inició el acto de clausura con la presentación del Festival de Teatro Medieval de Elche, a través de su director, Paco Alberola. De un modo conciso hizo referencia a la edición de este año, a celebrar entre el 24 de octubre y el 3 de noviembre, invitando a los presentes a asistir. A continuación pudo escucharse un mensaje del presidente de la Diputació Provincial de Castelló, Josep Martí, quien hizo referencia al alto nivel de los espectáculos programados en este festival ya clásico en el calendario de turismo cultural de calidad y por el que el ente provincial mantiene su apuesta anual. Un nivel que recibe el reconocimiento en todo el estado español.

Como representación final de este 2019, ‘La viuda valenciana’. Y cumplió las expectativas, ya que llegaba a Peñíscola tras cosechar un gran éxito en el Festival de Teatro Clásico de Almagro. Una forma magnífica de trasladar al público los complicados versos de Lope de Vega, convirtiéndolos en algo natural, con un ágil ritmo en escena. Estaba obra cerraba el ciclo de la reivindicación de la mujer en el teatro clásico del Siglo de Oro. Una trama alrededor de las viudas, cuya única posibilidad que se les presentaba era volver a casarse, y no tener su vida propia. Sin embargo, la viuda valenciana se rebela ante ese destino y busca hacer la vida que desea. Magníficas interpretaciones por parte de Pepa Gracia, Alfredo Noval, Alberto Gómez, Rafa Núñez, Agustín Otón, María Cobos y Arantxa Aranguen, bajo la espléndida dirección de Borja Rodríguez. Entre los aciertos de esta creación de MIC Producciones, llevar la acción de la escena a momentos más contemporáneos, mitad del siglo XIX en lugar del Siglo de Oro, y trasladando la sensación de que las cosas no han cambiado tanto hoy en día.

ACIERTOS EN LAS APUESTAS DE ESTE AÑO

‘La viuda valenciana’ no ha sido la única reivindicación de la mujer en esta XXII edición del Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola. En la misma línea se situaba ‘Querella de Lope y las mujeres’, obra en la que Carolina Calema juzgaba a Lope de Vega porque en sus textos siempre terminaba casando a las mujeres, como único destino posible para ellas. Asimismo, con ‘Desengaños amorosos’ se recuperaron textos de María de Zayas, autora del Siglo de Oro a reivindicar, dentro de una etapa en la que las mujeres apenas aparecían como autoras, debido a que firmaban con seudónimos masculinos o a la desaparición de sus textos.

Carolina Calema fue al mismo tiempo protagonista de otra de las novedades de este año dentro del festival: el ciclo Unipersonales, representaciones diferentes a los monólogos, ya que cuentan historias a través de un solo actor o actriz que desarrolla varios personajes. Recién estrenada ‘Querella de Lope y las mujeres’, demostró en Peñíscola que apunta a tener un buen recorrido. El apartado Unipersonales se completó con ‘Ildebrando Biribó, el último Cyrano’, en el que Alberto Castrillo-Ferrer, representó de una manera divertida lo que ocurre en el interior del teatro y que se escapa a la mirada del espectador. Toda una exhibición de representación gestual que ya ha sido premiada a lo largo de su trayectoria.

El ciclo Otros Clásicos ha contado este año con Oscar Wilde y ‘Un marido ideal’, en producción de Secuencia 3. Una manera de dar cabida a autores que no pertenecen al Siglo de Oro. Esta propuesta ha sido muy bien acogida, agotándose las entradas dos semanas antes de su puesta en escena. Un cartel con actores y actrices consagrados, como Juanjo Artero, Ana Arias, Candela Serrat, Carles Francino y la joven castellonense Ania Hernández, quien estuvo a la altura de sus experimentados compañeros. Una obra aplaudida a rabiar.

Por parte de los organizadores, con Carles Benlliure a la cabeza y el equipo de CeBe Muntatges Teatrals (Rebeca Castro y Rubén Milián), se ha percibido la cálida respuesta del público, tanto en el Castillo y las calles adyacentes como en las redes sociales o mediante correos electrónicos. Una sensación prolongada desde que el 5 de julio el equipo actoral de Generación Teatro sorprendió por las calles con ‘Palabras por un tubo’. Los zancos, el llamativo vestuario, la suavidad de los versos, las respuestas de los viandantes… crearon un ambiente muy especial. Días después, los más jóvenes se asombraron con ‘El carro de las maravillas’ de Escalera de Tijera, con su mezcla de historias del Medievo y números circenses.

Dentro del Castillo se corroboraron las expectativas creadas con ‘El enfermo imaginario’, que Morboria Teatro convirtió en un espectáculo de ritmo vibrante y divertidos momentos histriónicos. ‘Entre bobos anda el juego’ permitió traer de nuevo a Peñíscola a la Compañía Nacional de Teatro, que junto a Noviembre Compañía de Teatro presentó una obra que encantó a los presentes, desde el vestuario a la trama. Un espectáculo redondo.

Otra de las novedades de esta XXII edición han sido las presentaciones antes de cada función de los sábados en el interior del Castillo. Comenzaron con Natalia Silina. Embajadora de las Artes del Este en España; para continuar con la presentación de la Academia de las Artes Escénicas de España, a cargo de los académicos Eduardo Galán, vocal de la junta directiva y director de Secuencia 3; Nel·lo Vilanova, director de Xarxa Teatre; y Carles Benlliure, director del Festival de Teatro Clásico de Peñíscola y de CeBe Muntatges Teatrals. El punto y final ha correspondido al Festival de Teatro Medieval de Elche, a cargo de Paco Arberola.

La campaña #teatrosinmóviles ha resultado casi perfecta. No se ha conseguido al 100% el objetivo de no usar teléfonos móviles durante las representaciones, pero cerca se ha estado. Además, el público ha felicitado a la organización por la iniciativa, apoyada por el conocido actor Ricardo Gómez, el Carlos Alcántara de la serie televisiva ‘Cuéntame cómo pasó’, tal como se comprobó a través de un vídeo. Una campaña que seguirá adelante, transmitiendo la idea de que los móviles alteran la magia del teatro.

VT