EL BOLERO DE RAVEL, PROTAGONISTA DEL CONCIERTO DE ESTE DOMINGO DE LA ORQUESTA FILARMONÍA EN EL AUDITORIO NACIONAL

EL BOLERO DE RAVEL, PROTAGONISTA DEL CONCIERTO DE ESTE DOMINGO DE LA ORQUESTA FILARMONÍA EN EL AUDITORIO NACIONAL

  • Un programa diseñado a medida por el Maestro Pascual Osa que incluye además las piezas populares: En la Alhambra (T. Bretón), Romeo y Julieta (P. I. Tchaikovsky) y Capricho Español (N. Rimski-Kórskakov.
  • Algunos de los instrumentos solistas serán el violín, la trompeta, el fagot y la caja.

Este domingo a las 19:30 horas la Orquesta Filarmonía interpretará su primer concierto sin coro de esta temporada con piezas inspiradas en danzas españolas que harán disfrutar y danzar al público con las melodías sin moverse de las butacas de la Sala Sinfónica.

El concierto Bolero de Ravel será la cita más íntima y especial entre los asistentes y la Orquesta, en la que los músicos de Filarmonía serán los mejores anfitriones de una velada inolvidable con instrumentos como el violín, la trompeta, el fagot y la caja como maestros de ceremonias.

Diseñado minuciosamente y a medida por el Maestro Pascual Osa para los músicos de Filarmonía, el programa abarca cuatro de las piezas más conocidas y vivaces del repertorio sinfónico orquestal.

Comienza con la pieza En la Alhambra de T. Bretón. Bretón fue uno de los compositores más conocidos y apreciados de la música española de la segunda mitad del siglo XIX. Su catálogo se llena de creaciones orquestales destacables entre las que se encuentra En la Alhambra.

La serenata sinfónica compuesta en 1888 surgió de los viajes de la Sociedad de Conciertos de Madrid a las fiestas de Granada. Fue una de sus obras más populares, siguiendo la tendencia de alhambrismo sinfónico presente en otras obras como Los gnomos de la Alhambra de Chapí.

La evocación de la magia oriental de los palacios nazaríes de La Alhambra había sido uno de los temas preferidos del romanticismo europeo. Bretón ofrece una pieza sinfónica llena de sonoridades orientalizantes y andalucistas, apoyada en una delicada orquestación de gran belleza.

A continuación, llegará el turno de la Obertura Fantasía Romeo y Julieta de P. I. Tchaikovsky. Basada en la obra homónima de Shakespeare escrita (en su primera versión) en 1869.

A diferencia de otras mayores de Tchaikovsky, a Romeo y Julieta el compositor no le adjudicó un número de opus, aunque figura en otros catálogos alternativos numerada como TH 42 y CW 39.

Respecto a la estructura de la obra, esta se adapta al estilo de la forma sonata, muy empleado por los compositores románticos. Esta forma corresponde al primer movimiento de una sonata, donde pueden observarse tres fases: la exposición, que presenta el intercambio de dos o tres temas, unidos por un puente y a veces finalizados por alguna coda; el desarrollo, donde hay un retomar de estos temas con mayor y menor parecido, y la recapitulación de estos, con alguna coda. En la obra de Tchaikovsky hay además una introducción musical breve y se pueden escuchar dos temas claves: la situación de confrontación entre las familias Montesco y Capulesco, y el romance idílico de Romeo y Julieta con su desenlace trágico.


La idea de componer esta Obertura Fantasía con tema shakesperiano fue inicialmente de Mili Balákirev, el líder del Grupo de los Cinco, y aunque la obra estaba terminada en 1869, la versión que conocemos hoy en día data del año 1880.

En tercer lugar, sonará Capricho Español, op. 34 de N. Rimski-Kórsakov. Compuesta en 1887, la obra está basada en melodías españolas. La inspiración residía en la música que descubrió Rimski-Kórsakov, en parte, en sus viajes.

La obra consta de una parte muy destacada a cargo de un violín solista, hasta el punto de que originalmente estaba concebida como una fantasía para violín y orquesta. Posteriormente, el compositor incorporó otros instrumentos solistas.

El propio compositor no se negó a comentar los deslumbrantes méritos de la pieza, diciendo: “Está pensada como una brillante composición para la orquesta. El cambio de timbres, la acertada elección de los diseños melódicos y los patrones de figuración, que se adaptan exactamente a cada tipo de instrumento, las breves cadencias virtuosas para instrumentos solistas, etc., constituyen aquí la esencia misma de la composición y no su vestimenta o su orquestación”.

Por último, la Orquesta interpretará la obra más esperada del concierto: el Bolero de M. Ravel. Creada por el compositor francés en 1928, la pieza fue estrenada en la Ópera Garnier de París el 22 de noviembre de ese mismo año. El inmediato éxito y la rápida difusión universal del Bolero, dedicado a la bailarina Ida Rubinstein, lo convirtieron no solamente en una de las más famosas obras del compositor, sino también en uno de los exponentes de la música del siglo XX.

Se trata de un movimiento orquestal inspirado en una danza española, caracterizado por un ritmo y un tempo invariables, con una melodía obsesiva -un ostinato- en do mayor, repetida una y otra vez sin ninguna modificación salvo los efectos orquestales, en un crescendo que, in extremis, se acaba con una modulación a mi mayor y una coda estruendosa.

Pese a que Ravel dijo que consideraba la obra como un simple estudio de orquestación, el Bolero esconde una gran originalidad, y en su versión de concierto ha llegado a ser una de las obras musicales más interpretadas en todo el mundo, al punto de que hasta el año 1993 permanecía en el primer lugar de la clasificación mundial de derechos de la Société des Auteurs, Compositeurs et Éditeurs de Musique (SACEM).

Un dato curioso es que el Bolero no fue para Ravel más que un divertimento. El compositor francés siempre lo consideró como una simple orquestación a modo de experimento. Por ello, fue el primer sorprendido por su increíble éxito, tras su estreno en París en 1928.

FECHA: 22 de mayo de 2022 a las 19:30h.

LUGAR: Sala Sinfónica del Auditorio Nacional

PROGRAMA

En la Alhambra (T. Bretón)

Romeo y Julieta (P. I. Tchaikovsky)

Capricho Español (N. Rimski-Kórsakov)

Bolero (M. Ravel)

VT