Dansa València acoge el estreno de la primera pieza de danza digitalizada en un metaverso: ‘No es amor’, de Colectivo Sin Par

Dansa València acoge el estreno de la primera pieza de danza digitalizada en un metaverso: ‘No es amor’, de Colectivo Sin Par

  • La propuesta ha sido albergada en una realidad virtual alternativa gracias a la colaboración de la UPV y de las compañías Metric Salad y ZetaLab
  • Su estreno el 6 de abril se complementará con una intervención audiovisual y musical con Soundcloud en los cuerpos de los bailarines
  • Al término de la función, los asistentes podrán vivir una experiencia inmersiva en el ‘hall’ del Teatre Rialto con gafas de realidad virtual

Cuando la bailarina y coreógrafa Lara Misó comenzó a desarrollar su pieza ‘No es amor’ el pasado otoño en un laboratorio de investigación en Espai LaGranja, estuvo valorando brindar al público una experiencia más vivencial. La solución ha llegado de la mano del proyecto Atenea de la Universitat Politècnica de València, que, en colaboración con las compañías tecnológicas Metric Salad y Zetalab, ha digitalizado y modelado en 3D la coreografía para albergarla en un metaverso. Dansa València acoge el estreno de esta iniciativa híbrida pionera el 6 de abril en la Sala 7 del Teatre Rialto.

‘No es amor’ está inspirada en el trabajo de la artista japonesa Yayoi Kusama y mira de cerca las diferentes facetas de una obsesión. Así, da cabida a la insistencia, la repetición, el trastorno, la hipnosis y la liberación. El espectáculo explora la figura geométrica del círculo desde todas sus perspectivas: espacial, corporal y compositiva. De resultas, el escenario tiene forma redonda, “lo que cambia la manera de estar del espectador respecto al teatro convencional, en el que hay una lejanía y un solo frente”, explica su creadora.

La puesta en escena se completa con una intervención audiovisual y musical sobre los cuerpos de los bailarines a partir del empleo de Soundcool, el sistema gratuito para la creación colaborativa mediante móviles, tabletas y realidad aumentada, que permite a los creadores la realización o invención de piezas audiovisuales en simultáneo.

“El espectador no solo va a observar la práctica dancística en sí, sino que también va a asistir a las creaciones que se generen en ese mismo momento. Esa composición instantánea y espontánea entra en contraposición con la coreografía, que está preparada y estudiada. Me parecía un contraste muy interesante”, valora Misó, que junto a Wilma Puentes integra la plataforma artística Colectivo Sin Par.

Un sinfín de posibilidades

Además de su representación física, los asistentes a la función podrán visualizar la pieza en su versión digital a través de un ordenador que estará ubicado en el ‘hall’ del teatro, asistidos con un par de gafas de realidad virtual que permitirán obtener esta misma experiencia de una manera inmersiva.

Según sus artífices, el proceso de digitalización del metaverso ha sido complejo, debido al enorme desafío que conlleva el modelado tridimensional de cuerpos en movimiento con el objetivo de generar una experiencia lo más realista posible y fidedigna de la original.

La catedrática de la UPV y directora del programa Atenea, Nuria Lloret, destaca que durante el proceso de digitalización se ha colaborado de manera muy personal con Lara Misó: “Hemos tenido en cuenta dos cuestiones fundamentales que nos trasladó la autora: el concepto de círculo y los colores que se utilizan”.

El metaverso consta de figuras modeladas en 3D junto a cuatro proyecciones digitalizadas en pantallas flotantes con las que el usuario podrá interactuar a medida que su avatar se vaya acercando, bien mediante los comandos del ordenador, bien mediante unas gafas 3D. El objetivo es facilitarle una sensación de inmersión casi completa al fundirse con el contenido audiovisual, de modo que la experiencia resulte intimista.

“La idea de poder ascender esta pieza a los planos virtual y tecnológico me fascinó. Por un lado, al introducir la pieza en el metaverso acercamos la danza a un público más joven, ya que esa realidad virtual es muy cercana a su día a día digital y multipantalla, y, por otro, con las proyecciones en vivo se potencia la posición de ese público interactivo”, aprecia Misó.

En palabras de Nuria Lloret, “las posibilidades que aplica el metaverso a la danza abren enormes puertas para acercarla a un número mayor de personas, que se encuentran en lugares diferentes e incluso pertenecen a generaciones diferentes, aunque no va a hacer desaparecer la experiencia del baile delante del espectador”.

VT