CLAUDIA PIÑEIRO FIRMA EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE VLC NEGRA 2025: “NO TEMO A LA PÁGINA EN BLANCO, SINO A ESCRIBIR ALGO QUE NO ME SIRVA”

CLAUDIA PIÑEIRO FIRMA EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE VLC NEGRA 2025: “NO TEMO A LA PÁGINA EN BLANCO, SINO A ESCRIBIR ALGO QUE NO ME SIRVA”

La autora argentina, referente del noir internacional, ha visitado el ICAV para charlar sobre su última novela

Aunque la programación de VLC Negra concluyó el pasado 18 de mayo, al emblemático festival de literatura criminal todavía le faltaba un último capítulo por escribir. Esta tarde, el ICAV ha acogido la cita que cerraba oficialmente la edición número 13 del certamen: un encuentro con la multipremiada autora argentina Claudia Piñeiro. En él, la responsable de títulos como Las viudas de los jueves o Catedrales ha desgranado las claves de su última novela, La muerte ajena, un thriller trepidante que sigue a Verónica Balda, una reportera decidida a descubrir la verdad tras la misteriosa muerte de una joven vestida de blanco, cuyo cuerpo se precipita desde un quinto piso en el barrio porteño de Recoleta. 

Piñeiro ha comenzado su intervención rememorando sus dos décadas como escritora, un oficio al que pasó a dedicarse tras unos años de experiencias laborales mucho más “rutinarias”. “Estudié Ciencias Económica casi por descarte, y así terminé haciendo auditorías”, ha señalado. “Un día, sentí que me explotaba la cabeza y vi un pequeño anuncio de un concurso literario. Yo nunca había tenido aspiraciones de escribir, pero quise probar. No gané, pero aquella fue la primera vez que pensé que podía dedicarme a eso, y por eso fui buscando trabajos que me acercaran a la escritura, como hacer guiones”. La autora ha recordado también el papel mentor que tuvieron José Saramago y Rosa Montero en su primera novela: “Me dijeron que les había gustado muchísimo, pero que revisara el final. Y descubrí que tenían razón”.

Sobre su relación con el género negro, Claudia Piñeiro ha afirmado que nunca escribe pensando en él de manera específica. “Son los personajes los que me llevan, en realidad mi interés siempre parte de hablar de la sociedad, de representarla y analizarla, pero de algún modo todo desemboca en el negro… Al fin y al cabo, provengo de un país donde los grandes maestros como Borges fueron fanáticos de esta clase de novela”. También ha reconocido que no teme al famoso síndrome de la página el blanco, sino “a escribir algo que después no sirva”.

La muerte ajena, que la autora ha definido esencialmente como “una historia entre dos hermanas”, aborda cuestiones como el periodismo honrado, el alcoholismo o el trabajo sexual en Argentina, siempre desde una postura que huye en todo momento de la polarización. “Hay muchos puntos intermedios entre prohibir la prostitución y regularizarla, no tenemos la obligación de apoyar una opción u otra, porque a veces la dignidad de un trabajo solo se plantea si está en juego el cuerpo de una mujer”. Piñeiro también ha hablado de su labor de investigación, que le llevó a hablar con jueces y a descubrir los límites legales de las causas relacionadas con la prostitución. “Cada parte de la novela cambia de narrador, y también de punto de vista, para que podamos entender todas las perspectivas posibles”.

Fotografías: Josele Bort

VT