Xalar a l’Alt Maestrat, un proyecto pionero de mediación, participación juvenil y artes escénicas

Xalar a l’Alt Maestrat, un proyecto pionero de mediación, participación juvenil y artes escénicas

  • La iniciativa cultural cumple su tercera edición del 9 al 11 de mayo en cuatro localidades de la comarca del interior de Castellón
  • Benassal, Albocàsser, Culla, La Serratella y Vilar de Canes acogerán espectáculos de circo contemporáneo, monólogo cómico y danza-teatro

Del 9 al 11 de mayo de 2025, los pueblos de la comarca castellonense de Alt Maestrat acogen y organizan la tercera edición de un proyecto pionero en el ámbito del ocio juvenil, la mediación cultural y la descentralización del acceso a las artes, Xalar a l’Alt Maestrat.

Esta edición, el festival se celebra en los municipios de Benassal, Albocàsser, Culla, La Serratella y Vilar de Canes, todos ellos en riesgo de despoblación, con cifras que oscilan entre los 103 y los 1.300 habitantes.

Xalar no es solo un festival. Es un proceso vivo de participación ciudadana donde jóvenes de entre 14 y 32 años toman las riendas de la programación, aprenden a gestionar un evento cultural, y transforman sus pueblos en lugares de encuentro comarcal y reivindicación del derecho a la cultura.

La cita cultural llega consolidada este 2025 como una propuesta anual que da respuesta a una de las grandes necesidades de este territorio del interior de Castellón: una oferta cultural diversa, sostenible y participada por la juventud rural.

Vertebración comarcal a través del teatro

Xalar nació en 2023 con una idea clara: la falta de cultura también es una forma de desigualdad. En el Alt Maestrat, la ausencia de personal técnico, de equipamientos culturales y de programación continuada ha generado una brecha cultural con respecto a otros territorios. La juventud, aunque activa en las fiestas tradicionales, carece de alternativas de ocio vinculadas al arte contemporáneo.

Por eso, el valor diferencial del festival de artes escénicas contemporáneas reside en su modelo de mediación cultural y empoderamiento juvenil. Desde meses antes del festival, un grupo de jóvenes voluntarios se reúne quincenalmente en los diferentes municipios para ver espectáculos, debatir sobre las propuestas, aprender sobre lenguajes escénicos y tomar decisiones reales sobre la programación. Ellos eligen las obras, definen los horarios y diseñan junto a entidades locales el resto de actividades del festival.

Los y las participantes asisten tanto a espectáculos como a festivales para conocer los circuitos y las compañías que después pueden ser elegidas en Xalar e intercambios con otros grupos de jóvenes de iniciativas similares. En este sentido, el proyecto ya cuenta con la colaboración con proyectos como Up To You de Bérgamo y Stalkers de Cataluña.

“Este año damos un salto de escala en la programación, con obras presentes en circuitos estatales. Pero más allá del cartel, lo importante es cómo se llega a él: con jóvenes que aprenden a programar, que se emocionan y que generan nuevas formas de consumo cultural en sus pueblos”, explica uno de los organizadores de la cita, Pedro Granero.

Una programación para todos los públicos, pero con mirada crítica

La edición de 2025 presenta un conjunto de propuestas marcado por las inquietudes de sus jóvenes programadores y una oferta pensada para el público familiar de la provincia. El viernes 9 de mayo en Benassal, abrirá el festival el espectáculo de marionetas y música ‘Gori Gori’ de El ball de San Vito, una compañía de la Ribera del Xúquer que centra su trabajo en explorar las posibilidad expresivas de los títeres con el teatro de actores y la música en directo.

Completa la programación del día ‘Humor Negra’ de Asaari Bibang, un monólogo afrofeminista que pone sobre la mesa cuestiones como la representación, el racismo estructural y los estereotipos sobre la mujer negra.

El sábado 10 de mayo, por la mañana, en La Serratella, el circo toma el relevo con ‘Esto no es un homenaje a Raffaella Carrà’, de la compañía Niñas Malditas: un espectáculo de circo contemporáneo, feminista y pop que invita bailar y derribar moldes desde el juego y el cuerpo al ritmo de las canciones de la italiana.

La jornada del sábado continuará en Albocàsser con dos piezas donde la danza asume un gran protagonismo. ‘Rosa de paper’, de Cia Marroch, es una propuesta de danza-teatro inspirada en la poesía de Vicent Andrés Estellés, y ‘Otempodiz’ de ERTZA, una coproducción vascomozambiqueña de danza y acrobacia que nace de un proyecto de cooperación internacional que quiere ofrecer una oportunidad laboral y las herramientas básicas para poder desenvolverse por su propia cuenta en los circuitos internacionales de la danza a dos bailarines de Maputo.

La noche contará con una celebración del fuego en todas sus expresiones a través de ‘Ritual’, de Cia Noda, una pieza de malabares, música en directo y objetos voladores con estética tribal.

El festival se cerrará el domingo 11 de mayo por la mañana en Vilar de Canes con ‘Embolic’, de Cia Pau Palaus, un payaso contemporáneo con altas cotas de sensibilidad, humor y sofisticación.

Todos estos espectáculos, pensados para compartir en familia y para los jóvenes, se complementan con talleres, mercados de producto local, juegos populares y actividades propuestas por asociaciones de la comarca, en una lógica de fiesta comunitaria donde el festival se convierte en un espejo del territorio.

Un modelo premiado y reconocido

El Festival Xalar a l’Alt Maestrat es un proyecto de La Plataforma Escénica, cofinanciado por la Fundación Nina y Daniel Carasso a través de su convocatoria “Alianzas por la democracia cultural”. El proyecto cuenta con el apoyo de los ayuntamientos de Albocàsser, Benassal, La Serratella y Vilar de Canes, así como con la colaboración de la Diputación de Castellón.

Su impacto ha sido avalado por instituciones y expertos del ámbito cultural y juvenil. Xalar fue galardonado con el 8º Premio Culturama a la Innovación Social en Juventud, y ha sido seleccionado por el Ministerio de Cultura en el Foro de Cultura y Ruralidades, así como en congresos y convocatorias como la de Alianzas por la democracia cultural de la Fundación Daniel y Nina Carasso.

Entre los elementos más valorados está el modelo de gestión cultural cooperativa entre jóvenes y administración, así como su capacidad para generar movilidad comarcal, uno de los grandes retos del medio rural.

“El festival busca sembrar hábitos de consumo cultural y generar demanda ciudadana. Nuestra hipótesis es que deben ser las instituciones quienes garanticen el derecho a la cultura, pero alguien tiene que encender la chispa”, concluye Granero.

VT